Ensayo de cara a la Semana Santa que se celebrará del 10 al 17 de abril

M. Zugasti / Granada | 29 de enero de 2022
Hay ganas de normalidad. Y de recuperar las tradiciones. En un momento en que desde la Junta de Andalucía se suceden los mensajes de que este año, si la pandemia lo permite, habrá procesiones con las medidas sanitarias adecuadas, Granada ha vivido un ensayo general este sábado. Concretamente han salido los titulares de la Borriquilla y Jesús Nazareno, con escenas de inconfundible aroma cofrade en la parroquia de San Andrés, en la calle Elvira, Gran Vía, Plaza Nueva, Cuesta de Gomérez, Realejo… Y todo ello con público, mucho público en una jornada casi primaveral.
Este 2022 los granadinos y visitantes podrán volver a disfrutar de sus cofradías y hermandades en la calle durante la próxima Semana Santa, que tendrá lugar entre el 10 y el 17 de abril.
«Este año sí que no nos vamos a quedar sin ella“, aseguró el vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Juan Marín, lo que está apoyado en la previsión de que la sexta ola provocada por la variante ómicron se pueda dar por superada a mediados o finales de feberro.
Por otro lado, la Federación de Hermandades y Cofradías de Granada ha consensuado un protocolo para incrementar la seguridad y blindar la Semana Santa frente al coronavirus, una lista de mínimos que incluye pedir el certificado covid a los costaleros, que deberán portar mascarilla FPP2, además de reducir el número de ensayos.

Esta propuesta de protocolo se ampliará para las salidas procesionales y busca reducir el riesgo de contagios por coronavirus con una serie de medidas preventivas homogéneas para todas las hermandades.
Ante el impacto de la variante ómicron y como muestra de responsabilidad social, las hermandades de Granada han pactado exigir a todos los costaleros que presenten un certificado covid para poder participar tanto en los ensayos.
Las “igualás” se harán siempre en espacios abiertos y ventilados para evitar aglomeraciones y la recomendación del protocolo es posponer los ensayos hasta el mes de marzo.
El protocolo consensuado pide además que el numero de ensayos se limite lo máximo posible y, si se mantiene la incidencia actual, reducirlos a uno solo por cuadrilla para disminuir al mínimo los riesgos de contagio.
En función de la situación epidemiológica en el momento de los ensayos, las hermandades estudian la conveniencia de realizar un test de antígenos antes de cada ensayo, cuya compra se gestionaría de forma centralizada y conjunta para disminuir sus costes y asegurar su disponibilidad.