Luis Miguel Rodríguez Garzón

¿Dónde está metido?
Me refiero al anterior alcalde por accidente.
Sí hombre, a uno que era de Ciudadanos, lo expulsaron y le dejó el puesto obligadamente al actual, a Paco Cuenca.
Quiero recordar que, como concejal que se consideraba “especial” por haberle facilitado la alcaldía al PSOE, pidió un palacete, un gran grupo de ayudantes y libertad para hacer lo que le diera la gana y figurar mucho. Osá: lo de siempre.
Al parecer tiene una especie de canal propio -o algo así- en internet desde donde debe dar clases de estadista y por si fuera poco, promociona la ciudad y que estarán viendo media docena de seguidores o menos. Pero… ¿ hace algo más? ¿ Se gana el sueldo que le pagamos los granadinos ?
Menos mal que nuestro actual alcalde, éste sí trabaja y mucho, lo tiene cogido corto. Ni palacete, ni gran grupo de servidores, ni presencia en acto alguno. Y de fotos: nada ( es su pasión ).
El súperconcejal ha estado haciendo guiños intermitentes al jefe de los socialistas andaluces, Juan Espadas. Hasta ha conseguido alguna entrevista a su gusto en la que defendía -entusiastamente- a Espadas argumentando que éste ya no era el PSOE de antes, que era el nuevo, totalmente renovado y que, por lo tanto, él le ayudaría a llegar a la presidencia de la Junta de Andalucía, aportándole miles de votos de los que han salido despavoridos de Ciudadanos. Pero… éste edil es de los de antes ¿no? ¿O es que ahora ya es de los “buenos” del PSOE de ahora?
Menos mal que, como ya estuvo muchos años en el partido en Granada, de donde salió cinco minutos antes de que lo expulsaran tras conseguir un rotundo fracaso en unas elecciones internas, lo conocen bien y no están dispuestos a mandarlo -por designación directa- al Senado, como era su ilusión. Si acaso, a algo menor, por tiempo limitado y donde no se haga ver mucho. Más que nada porque cada vez que aparece “trabajando” por algo, ese “algo” se hunde.
Su gran problema es que ya no le quedan puertas a las que llamar. Todas están cerradas para alguien que, creyéndose un superdotado para la política, no ha pasado de político de medio pelo en el Senado, en el Congreso y como ¿responsable? máximo provincial de un partido en el que muchos participamos, y unos pocos lo destrozaron.
Aquello sí que fue una noria …
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