M. Zugasti / Granada

El viernes por la tarde, mientras la Policía Local denunciaba una infracción de tráfico en calle Ángel Ganivet, una persona informó a los agentes de que en la puerta de un establecimiento, en la esquina con calle Escudo del Carmen, había un grupo de personas que no estaba haciendo el uso obligatorio de las mascarillas. Un agente se acercó al lugar para comprobarlo y efectivamente vio que cuatro personas estaban en la puerta de un local sin usar la mascarilla.

Les saludó y les informó de la obligación del uso de mascarilla en exteriores. La respuesta que recibió no fue un “buenas tardes agente…”. “Yo no me la pongo porque, ¿dónde está escrito eso de que tenga que ponérmela?”. “Yo no me la pongo porque no tengo”. “Yo no me la pongo porque las multas son ilegales y luego devuelven el dinero”. “Yo no me la pongo porque tengo mis derechos de la Constitución”, fueron las respuestas.

Ante esas respuestas, se les solicitó que se identificaran. “No obligamos a nadie a que use la mascarilla, pero si tiene obligación de usarla y no lo hace, lo que sí hacemos es denunciar”, señala la Policía Local. Una pareja se identificó y se puso la mascarilla. Pero la otra pareja, ni una cosa ni la otra. “No me identifico, tú no eres nadie para pedirme la documentación”, les dijeron.

Comenzaron los aspavientos, el nivel de tensión iba aumentando por momentos hasta que su nivel de agresividad desembocó en una patada a un agente. Fue la chica, nacida en 2001 y que podía ser hija del policía. El joven que la acompañaba, de 35 años de edad, siguió con su negativa a identificarse. De forma chulesca sacó su documentación de la cartera y la volvió a meter. “No te la doy”. De seguir en su actitud, estaría ante un delito de desobediencia. Siguió y también acabó detenido. “Algunos pronto verán un escándalo y sacarán un titular interesado de nuestra actuación. No se confundan, no se ha detenido a nadie por no llevar mascarilla; se han detenido a dos personas, a una por atentado y a otra por desobediencia.