Luis Miguel Rodríguez Garzón

11/09/2022
Era mi escritor de cabecera.
Y Javier Marías ha muerto hoy, 11/9/22, en este negro verano, negro.
Tengo libros suyos dedicados y con su formidable Mañana en la batalla piensa en mí , leído por primera vez en Barcelona y por segunda en Boston, retomé el placer de la lectura.
D.E.P. amigo ( aunque nunca lo vi en persona ). Maestro de la digresión y capaz de cortarte la respiración -a traición- con un par de renglones magistrales.
Que le envíen el premio Nobel allá donde descansen los escritores inolvidables. Las cabezas prodigiosas. Los que han sabido acelerar los corazones ( blancos o negros ) de aquellos que, estando leyendo en reposo, alcanzábamos las ciento cincuenta pulsaciones por minuto con el poder infinito de su palabra escrita.
Tengo casi toda su obra y algunos títulos todavía sin leer. Lo haré ahora, pronto, será una manera de sentirlo aún en este mundo.
Adiós Javier. Cuando sea mayor ( como ya te dije por escrito ) y aunque ya tenga yo 75 años, querré escribir como una décima parte de cómo tú has sido capaz de hacerlo. Emocionando y entrecortando la respiración.
Y muchas gracias desde esta Granada que sé que te gustaba y donde me dijiste que algún día tomaríamos una cerveza al pie de la Alhambra…