Hace apenas dos años y medio estaba en su momento más álgido y planeaba arrebatarle al PP la hegemonía del centro derecha

G. C. / Granada | 3 de marzo de 2022
El día de la investidura de Luis Salvador como alcalde de Granada, el 15 de junio de 2019, Fran Hervías paseaba por Puerta Real henchido de orgullo en su momento de máximo poder como secretario de Organización de Cs. Por entonces acababa de salir elegido como diputado de la formación naranja por Granada y el siguiente paso en su guion era el de superar al PP como el primer partido del centro derecha en España. La siguiente parada era el cielo, pero la próxima estación fue la pérdida del escaño por Granada en la repetición electoral y el hundimiento de Cs.
Dos años y medio después, y tras un fugaz paso por el Senado, está a apenas unos días de dejar su despacho en la cuarta planta de la sede del PP en Génova, donde llegó hace un año, tras el fiasco de Cs, para ayudar a Teodoro García Egea en la liquidación final del partido liderado por Inés Arrimadas. Su contrato, según ha adelantado ABC, expira el 1 de abril y no se le renovará. El propio Hervías ha calificado de “mentira” esta información en Twitter, aunque fuentes del PP insisten en que terminará su vinculación y que el único matiz es que aún no ha abandonado su despacho porque sigue teniendo contrato. Pero lo dejará en unos días.
Con la caída de Pablo Casado y de su secretario general se ha quedado sin sitio en el nuevo organigrama que ya prepara Alberto Núñez Feijóo, que va a pasar página de esta etapa reciente de los populares, donde el PP de Andalucía va a cobrar especial protagonismo y ya se habla de nombres como el de la granadina Marifrán Carazo para la nueva Ejecutiva nacional.
Hervías se afilió al PP el 13 de marzo de 2021, apenas tres días después de que se presentase la moción de censura del PSOE y el partido naranja contra el Gobierno murciano de Fernando López Miras, quien gobernaba en coalición con Cs. Y fue uno de los principales actores para desactivar esta jugada.
Mano derecha de García Egea, mostró su apoyo incondicional a Casado en los primeros momentos de la crisis con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, para acabar reculando como muchos otros. “Es la hora de los afiliados”, escribió en Twitter cuando se confirmó la caída de Casado.