El portavoz de VOX en el Ayuntamiento de Granada repasa su trayectoria política y las claves del ascenso del partido

Miguel Ángel Prieto / Granada | 20 de febrero de 2022
Abogado. De Granada, donde nació el 28 de octubre de 1974. Casado, sin hijos. Candidato a alcalde de la ciudad por VOX en las elecciones de mayo de 2019 y concejal portavoz de su Grupo Municipal desde entonces. El adelanto de las elecciones andaluzas puede condicionar su futuro más inmediato, pero mientras tanto lidera el equipo municipal del partido de Santiago Abascal y Macarena Olona (de quien es hombre de confianza) en el Ayuntamiento. ¿Y quién es él? Pues de eso se trata esta entrevista, de conocer mejor al político.
-¿Por qué en política?
Desde siempre tuve la inquietud de hacer algo por cambiar las cosas. Y siendo yo muy joven a mi padre, jefe del Servicio de Geriatría de la Diputación y militante de Alianza Popular, le hicieron la vida imposible porque llegó el PSOE pidiendo el carnet político. Aquello me decidió a dar el paso, viviendo una primera etapa de la que salí muy decepcionado con el que era mi partido, el PP, hasta el punto de conjurarme para no volver a saber nada de la política. Pero la deriva del bipartidismo, de lo políticamente correcto, necesitaba respuesta, y apareció VOX para dar esa respuesta, porque España necesitaba que se diera la cara por ella, y en eso estamos, en dar la cara por España.
-¿Qué le duele de Granada?
-Que se está convirtiendo en una ciudad deshabitada, entristecida, cuando tenemos unos recursos inigualables, con una Alhambra que es de los monumentos más importantes y visitados de España, con una Sierra Nevada que es un auténtico lujo a media hora de la ciudad y una Costa Tropical también muy próxima que serían factores más que suficientes para que económicamente fuéramos una superpotencia. Tenemos turismo monumental, de nieve y de playa, y sin embargo seguimos hablando de los mismos proyectos veinte años después… Y lo peor es que no hay una perspectiva de que eso vaya a cambiar, porque seguimos en manos de gente que sólo piensa en dónde irá en las próximas listas electorales.

VOX para dar esa respuesta”
¿Desde que está al servicio de la ciudad qué es lo que ha llevado peor?
-Asistir a un cambio de gobierno municipal basado en la mentira, en el ego de las personas, en la soberbia, la avaricia, la envidia… en buena parte de los pecados capitales, teniendo que observar como espectador en primera fila la miserable estrategia, permitida por sus partidos, de algunas personas que han demostrado que quieren el cargo para su beneficio personal, para satisfacer su ego, sin importarles en absoluto Granada. Y llevo peor aún que buena parte de los medios de comunicación, que tendrían que ser los que trasladaran esa realidad a la opinión pública, la obvien a pesar de ser perfectamente conscientes de ella.
-¿Qué supuso liderar la candidatura y ser elegido concejal de su ciudad?
-Fue muy gratificante y sin duda un motivo de orgullo. Por inesperado y por quien me propuso para encabezar en Granada un proyecto que generaba, y genera, tanta ilusión en toda España, que fue Macarena Olona. Y por supuesto una gran responsabilidad. Soy muy poco emocional, así que lo que básicamente me supuso fue pensar en asumir esa responsabilidad y ejercerla con la mayor diligencia posible al servicio de mis vecinos, complicándole la vida siempre que pueda a los que han venido a servirse y no a servir a los granadinos.
-¿Qué cree que ha aportado en este tiempo?
-Poder demostrar a la ciudadanía que se puede estar en política sin necesitar vivir de la política, que es lo que nos permite situar a nuestros vecinos en el centro de todas nuestras actuaciones. Y es que existe un modo distinto de hacer política, de estar en política, y no soy solo yo sino todo el grupo municipal de VOX en el Ayuntamiento de Granada: estamos para defender los intereses de los granadinos y no los propios, como sí hacen quienes han hecho de la política su medio de supervivencia.
¿De qué logro se siente más satisfecho?
-De haber promovido la creación de la Comisión de Grandes Contratos, para que fueran supervisados por toda la Corporación. Era donde más ‘manteca’ había y lo más ‘goloso’, así que mejor si evitábamos tentaciones de sacar tajada de su gestión. E iba a salir adelante sí o sí, porque antes de que presentáramos la moción para que se creara ya estaba pactada con los grupos de izquierda, de modo que al Partido Popular no le quedó otra que apoyarla por decencia política, a pesar de la oposición de su portavoz y candidato a la alcaldía, además de presidente del partido a nivel provincial, lo que provocó su dimisión. Desde el punto de vista estratégico, también jurídico (por mis conocimientos en materia de contratación administrativa), y de salud política, porque supuso la salida del equipo de gobierno de quien no era digno de su posición (ayudando a limpiar de indeseables la política granadina), fue un logro muy importante, del que más satisfecho me siento hasta hoy, aunque en todo caso más que un logro personal es del equipo. Pero en general me siento muy orgulloso de cualquier medida propuesta por VOX que haya servido para mejorar la vida de los vecinos de Granada.
–¿Qué cree que están haciendo mejor?
-Creo que estamos haciendo bien muchas cosas para los medios que tenemos, tratando de ser muy cercanos y resolviendo problemas, sin tener capacidad para resolverlos, por el mero hecho de levantar la voz y denunciarlos. Procuramos además estar muy presentes en un número muy importante de actos institucionales y sociales y, en general, siendo un equipo que no nos conocíamos, estamos trabajando muy unidos, siendo un ejemplo de Grupo Municipal tanto en el Ayuntamiento de Granada como dentro de VOX a nivel nacional.

pero seguimos en manos de gente que sólo piensa en su beneficio personal”
-¿Granada merece otro alcalde?
-Granada merece un alcalde que dignifique la política. Y los hemos tenido, pero muy pocos y apenas han durado. Recuerdo por ejemplo al socialista José Enrique Moratalla, que lo fue a principios de siglo. Neurocirujano, formado por tanto y sin necesidad de vivir de la política. Un hombre además muy cercano, muy humano… También a Gabriel Díaz Berbel, que con una gestión brillante contribuyó a darle normalidad a que gobernara la derecha, o el también socialista Antonio Jara, que ha sido el único con un proyecto de ciudad. Lo cierto es que cuesta entender cómo siendo Granada una ciudad universitaria, una ciudad cultural, elija a tanto indocumentado para estar al frente del Ayuntamiento.
–¿Qué les diría a los vecinos de Granada?
-Que despierten. Pero no sólo se lo digo a ellos sino a toda la sociedad española. Se han perdido los valores, los principios, la educación. Y es fruto de una estrategia de aborregamiento social para llevarnos por donde ellos quieran. Tenemos que despertar.
-¿Su mejor virtud?
-La franqueza. No hay dos versiones de mí.
-¿El defecto que le gustaría corregir?
La impaciencia; soy normalmente impaciente. Y otro, que rechazaba en mi padre pero que cada vez es más mío, es que doy por hecho que los demás deben estar en mi cabeza y pensar como yo estoy pensando cuando estoy transmitiendo algo, porque si no lo entienden hasta me molesto.
–¿Qué ve cuando se mira al espejo?
-Que la vida pasa muy deprisa. Ya tengo 47 años y mi madre falleció con 49, de modo que lo que veo es que he hecho pocas cosas todavía en la vida y quiero poder hacer muchas más, que además soy inconformista por naturaleza.
–¿Qué tiene que agradecer?
-Muchas cosas; la educación que me han dado mis padres, estar casado con una mujer fabulosa, tener muy buenos amigos… y haber tenido un maestro como Fernando Valenzuela, catedrático de Derecho Mercantil, al que le debo mucho de lo que soy. Cuando murió mi madre yo tenía 21 años, estaba al final de la carrera y no sabía qué hacer con mi vida. Pero después de una clase fuimos a tomar un café y me dijo que sentía mucho lo que había pasado, para a continuación comentarme que veía en mí virtudes para ser muy buen abogado y que si quería trabajar a su lado. Ocupó un lugar muy especial en mi vida, siendo como un hermano mayor para mí. Cuando murió a la misma edad que mi madre, y también como ella de un infarto, su madre me dio el pésame y me dijo: “Te ha vuelto a pasar”. Así de importante fue para mí. Y que alguien de su altura intelectual, de su categoría profesional, apostara por mí a ciegas, como muchos años después lo ha hecho otra persona con igual nivel intelectual como Macarena Olona, me hace creer que algo tendrá el agua cuando se bendice, aunque yo sigo siendo muy autocrítico.
-¿Dónde se ve en dos años?
Me veo sirviendo a España donde VOX entienda que pueda ser más útil.
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